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Un concepto importante en la economía es el dinero que hay
en circulación. Si analizamos los ciclos del dinero desde el lado de la
demanda, comprobaríamos que éste ingresa en manos de los consumidores en forma
de rentas que pueden ser de dos tipos: salarios y rendimientos sobre los
capitales. Luego esas rentas reingresan en la economía cuando demandan bienes o
servicios, es decir, mediante el consumo. Entonces, ¿Qué puede fallar? El factor trabajo
no es acumulativo mientras que el factor capital si lo es, su consecuencia más
directa es que es casi imposible hacerse rico a través del factor trabajo por
muy bueno que uno sea, mientras que sí lo es mediante la acumulación de capitales,
debido a que ‘el dinero atrae más dinero’. Eso lleva a la situación que estamos
viviendo desde hace más de 20 años: cada vez la participación de los salarios
en la renta mundial es menor y mayor la parte que proviene de los rendimientos
de capitales.
La acumulación de capitales hace que el más rico sea aún más rico en un proceso progresivo y sin freno, es como un agujero negro que se hace aún mayor cuanto más devora. El único freno teórico es el Estado, pero en la práctica es inexistente debido a que los grandes capitales pueden corromper a las autoridades de cualquier Estado, precisamente porque han acumulado suficiente poder para estar por encima de cualquier ley.
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La concentración de poder y de capitales produce crisis
económicas cíclicas debido al aumento de la volatilidad de la demanda y de la
reducción del dinero circulante de la economía. Una mayor concentración hace
que haya una menor demanda, provocando que haya menor dinero circulando en la
economía (dinero ‘estancado’). Esto es debido a que un rico gasta
proporcionalmente menos dinero que uno de clase media. En otras palabras, si el
dinero de un rico se repartiera entre un gran número de personas, entre todas
gastarían más que el rico, y por tanto, una mayor cantidad dinero volvería al
sistema. En cambio, cuando se concentra capitales en pocas manos, la economía
va siendo “vampirizada”, el capital se va “estancando”, es decir, el capital
circulante va reduciéndose hasta que la
sociedad se quede sin lo suficiente para subsistir y se produzca una crisis.
Para evitar las crisis cíclicas y el problema del reparto
tan desigual de la riqueza, hay que atacar a la raíz del problema, la
concentración de capitales. El sistema debe recompensar justamente según el
desempeño de los individuos dando lo que le corresponda a cada uno, pero sin
llegar a esas diferencias tan abismales que hoy en día vemos y que cada vez son
mayores, es decir, el sistema no debe permitir que los individuos concentren
tanto poder como para estar por encima de la Ley y de cualquier control. No voy
a extenderme mucho más en las medidas debido a la limitación de espacio del que
dispongo, expondré las medidas concretas en un próximo artículo. ¡Espero
vuestros comentarios!
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