Aunque la teoría nos enseña que existen varios tipos de periodismo (informativo, interpretativo y de opinión), actualmente, por desgracia, apenas quedan dos, relegando al informativo a un rincón perdido. Cuando compramos (o visitamos a través de internet) un periódico, la mayoría lo hacemos porque los otros nos parecen parciales (ya sean partidarios de uno u otro bando), pero lo cierto es que también ese que leemos confiando en su objetividad es parcial hasta el extremo, y aún más triste es observar como este hecho se hace extensible a las cadenas de radio y televisión. Los medios de comunicación son desde hace tiempo el cuarto poder de la democracia, siendo los encargados de transmitir todo aquello que debería ser relevante para nuestras vidas (leyes o situaciones sociales de diferente índole tanto dentro de nuestras fronteras como más allá de ellas). Pero la realidad dista mucho de la utopía. Lejos de ser así, los medios de comunicación y sus "informativos" resultan panfletarios y sectarios, dificultando así la creación de una opinión propia y libre. El periodismo actual (que me disculpen las ínfimas excepciones) cambió de rumbo en algún momento de la historia, olvidando su misión de informar y tomando como objetivo final el adoctrinar. Hace unos días escuché unas palabras de José Luis Sampedro que expresaban esta idea de una forma simple y clara: “¿De qué sirve la libertad de expresión cuando no hay libertad de pensamiento?” Alguien podrá discutir este hecho, diciendo que somos libres de pensar como y cuanto queramos, pero la realidad es que en un mundo en el que toda la información que nos llega está ya procesada, y en la que se nos oculta información, dándonos sólo la que les conviene a unos u otros, la opinión ciudadana se encuentra por completo manipulada. En nuestros días, el periodismo de información ha dejado lugar al periodismo de periodistigitación, en el que entre unos y otros nos mantienen ocupados en temas que nos hacen ver importantes, pero que no son más que un engaño, una maniobra de distracción con la que mantenernos alejados de todo aquello que no quieren que sepamos.
Casos hay muchos, y mientras esas "noticias" de distracción que resultan imposibles que pasen desapercibidas atraen nuestra atención, como el número de goles de Messi en el último partido, o el último desencuentro entre Belén Esteban y su pareja, hay otras que apenas pasaron de puntillas por periódicos e informativos (si es que lo hicieron), como el indulto de un banquero (http://www.publico.es/dinero/408969/el-gobierno-indulta-a-alfredo-saenz-y-le-permite-seguir-en-el-santander)..., la reforma constitucional participativa de Islandia (http://www.ieco.clarin.com/economia/Islandia-redacta-Twitter-Facebook-Constitucion_0_507549340.html)..., la amenaza por parte de Ecuador de declarar parte de su deuda "odiosa" o "ilegitima"(http://www.jornada.unam.mx/2008/12/17/index.php?section=economia&article=029a1eco), o las recientes huelgas de transporte en Italia(http://www.abc.es/20120125/economia/abci-huelga-camioneros-italia-201201251202.html).
Y es así como funciona la periodistigitación, en el que lo realmente importante sucede mientras tú estás pendiente de un partido de fútbol, un programa del corazón o un ¿debate? en el que todos defienden la misma opinión. Eso sí, si por un casual se te ocurre mostrar tu libertad de pensamiento y opinión, prepárate, porque te tacharán de loco, tonto, y en última instancia, si es necesario, de peligro para la sociedad.
Es hora de mirar dentro de la chistera y desenmascarar los trucos, porque hay cosas con las que no se debe jugar...
Pues que os voy a contar. Pienso lo mismo y tiene una explicación. En este mercado todo tiene un precio. La prensa, la radio también son propiedad de alguien. Solo nos queda internet donde la calidad está mezclada con la basura y lo banal, pero tienes la información de que adolecen los medios. Lo que sucede es que la realidad es tan increíble que aunque la tengas delante no llegas a darle crédito. Todo es una gran mentira y ahora estamos despertando algo. Ya era hora.
ResponderEliminarPues desde luego los medios manipulan a la opinión pública de una forma sútil, ocupando la atención de los usuarios con temas vanales, y obviando lo realmente importante.
ResponderEliminarY desde luego según qué medios se van hacia un lado u otro dependiendo del color de quienes realmente los auspician que son los que los sustentan económicamente,pues al final es el poder económico el que subyace en el fondo de estos.
Pepi