Cultura, educación, libertad y democracia, ¿dónde?

"No tememos decirlo: queremos hombres capaces de evolucionar incesantemente; capaces de destruir, de renovar constantemente los medios y de renovarse ellos mismos; hombres cuya independencia intelectual sea la fuerza suprema, que no se sujeten jamás a nada; dispuestos siempre a aceptar lo mejor, dichosos por el triunfo de las ideas nuevas y que aspiren a vivir vidas múltiples en una sola vida."

Francesc Ferrer i Guàrdia (1859-1909), pedagogo libertario y librepensador.


Suscribo todas y cada una de las palabras del citado pensador con las que inicio este artículo. Sus palabras son el prólogo de lo voy a exponer.
Y lo que quiero deciros es lo siguiente: la democracia y la libertad van unidas (entre otras cosas) intrínsecamente a la cultura y la educación, y la finalidad que estas dos últimas debieran (al menos en teoría) perseguir, que es la formación de individuos libres, independientes y dueños de su propio destino.

Por ello, reivindico que:

-Los estados y las grandes empresas (y asociaciones de las mismas mediante lobbies de presión) NO DEBEN tener el monopolio de la cultura ni mucho menos el control total de los medios por los cuales puede la misma difundirse y crecer.

-La educación debe tener, como finalidad mínima, que el individuo sea capaz de ver y elegir por sí mismo su propio camino, el que más se adapte a quien es él en realidad y a sus capacidades, además de poder desarrollarlas tanto como sea posible.

-La cultura y educación, antes que un bien propiedad de las grandes empresas y del estado, es un bien colectivo y universal. Ni siquiera pertenece a unos determinados pueblos o países, y mucho menos en esta época donde cualquiera DEBE poder tener acceso a los recursos que quiera.


Y es por esto que voy a hablar de lo que, tanto tú, querido lector, como yo, como cualquiera con nuestras mismas inquietudes al respecto, tenemos el DEBER de hacer lo posible porque la cultura no caiga en el monopolio de unos pocos, usada y manipulada al antojo de los mismos. Y te diré lo que puedes hacer: para empezar, INFÓRMATE.

Las obras hoy día no necesitan sí o sí del clásico copyright. Existen licencias Creative Commons y Copyleft que, además de ser gratuitas, te permiten un control más sencillo y directo sobre tus derechos básicos como autor, además de permitir la libre distribución y difusión de su obra.

¿Se contradice esto con el derecho de cada autor de vivir de su obra? PARA NADA. Es un hecho comprobado que, si una obra gusta, se pagará por ella sí o sí, lo mismo o incluso más que si fuera una obra a la que no se pudiera acceder gratuitamente. Ejemplos de ello hay muchos, uno de lo más recientes es éste.


Después, cada vez hay más páginas que ofrecen servicios para difundir tu obra, sin tener que pasar por una sociedad gestora como son SGAE, Promusicae y demás. Como por ejemplo pueden ser Jamendo, Música Libre, Deviant Art...y próximamente Looplay entre otros.


Y aún con las obras que estén sujetas a los derechos de autor "clásicos", recuerda, ESTÁS EN TU DERECHO DE DISFRUTAR DE DICHAS OBRAS. No hay delito, ni piratería mientras no hagas lucro con la distribución de las mismas sin contar con el autor. La difusión libre y gratuita no sólo beneficia al consumidor, sino incluso al autor a dar a conocer su obra. Por ello, te recomiendo que le eches un vistazo a esta lista mediante la cual tendrás medios para compartir cultura. No sólo estás en tu derecho y es totalmente legal, sino que, por mucho que le pese a nuestro actual "ministro de cultura" Wert y a nuestra ex-ministra Sinde, la ley que lleva el nombre de ambos por mucho que tenga el poder de censurar webs, NUNCA podrá ponerle puertas al campo.

Ahora, yendo al tema de la educación, tengamos clara una cosa: el sistema educativo de este país va cada vez a peor y no parece que los gobiernos pasados y el presente tengan intención de arreglar realmente el problema de la educación. Porque, seamos honestos: el problema de la educación no es simplemente que haya más o menos cursos en secundaria o bachillerato, ni mucho menos un simple cambio de nombre y contenido a la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Evidentemente, mucho menos se va a arreglar el problema prescindiendo de profesores además de aumentar las horas lectivas a los que ya hay o ponerlos a enseñar donde no deberían, eso ya es prácticamente un suicidio.


No, el problema de la educación es mucho más profundo: no sólo no está bien estructurada ni orientada, es que ni siquiera cuenta con los medios materiales adecuados. No sólo hace falta más profesorado, sino que las clases no sean tan numerosas como lo son actualmente (y van en aumento). Tampoco hacen falta reformas chapuzas como las que se han llevado a cabo en este país con el Plan Bolonia en las universidades, donde al final no sólo el profesor está menos tiempo en clase y carga con más trabajo del que le debería corresponder, sino que los alumnos no cuentan ni con el necesario tiempo y asistencia para desarrollar plenamente sus facultades. Mucho menos son necesarios cambios de planes, de quitar y agregar cursos, cada dos por tres.

El problema de la educación es que no está enfocada para lo que debe servir, el problema es también que quienes deciden no tienen ni idea de lo que hacen y NUNCA escuchan a los docentes lo que deberían para entender las carencias y ventajas de lo que ya teníamos, el problema es que no se quiere preparar a los alumnos lo suficiente para ser capaces de enfrentarse al mundo por sí solos, el problema es que aún hoy, no todos los que deberían tienen acceso a una educación superior pública y de calidad. ESE y no otro es el verdadero problema de la educación.

Ante estas carencias, el libre acceso a la cultura puede compensar algo, pero nunca será suficiente. Tanto dentro como fuera de las escuelas, institutos y universidades; debemos hacer lo necesario porque lo ganado no se pierda, porque de ello no sólo depende el futuro laboral de varias generaciones, sino incluso la supervivencia misma de nuestras libertades. Y sin libertad ni cultura no hay democracia que valga, por mucho que se quiera repetir la palabra para intentar dar sensación de que existe...