Acabamos de presenciar el último pulso de internet contra el recorte de derechos fundamentales por parte de un gobierno teniendo como excusa la supuesta defensa de los derechos de propiedad intelectual.
Y, una vez más, ha ganado internet -o mejor dicho, los internautas- pero como antes, sigue en el aire todavía la espada de Damocles. Sin embargo, esta última ocasión han pasado cosas interesantes que llaman a una reflexión sobre CÓMO deben hacerse las cosas y todo lo que hay en juego.
Como es habitual, sea el caso España, EEUU, Francia o el país que sea, los principales interesados en que salgan adelante las leyes como las conocidas Sinde-Wert en España, Hapodi en Francia, PIPA y SOPA en EEUU y otras más...son siempre los mismos: grandes productoras del mundo del entretenimiento (sobretodo del cine y de la música), sociedades de gestión y demás que SÓLO agrupan a las grandes corporaciones de dicho sector, y no son para nada representativos del conjunto total de artistas y autores, se trate de cine, música, artes plásticas, literatura...que precisamente, muchos de estos están más a favor de la apertura de internet y de la libertad de acceso a los contenidos que al contrario, como por ejemplo demuestra la gran cantidad de autores que registran sus obras con licencias tipo Copyleft o Creative Commons, especialmente en España.
Este tipo de leyes surgen ante la imposibilidad de, mediante vía judicial y de forma rápida, poder cerrar todo lo que huela a compartir archivos, sean las mismas páginas que alojan los contenidos (como Megaupload & cía), webs, foros o blogs que enlacen a los contenidos que se alojen en las páginas que he citado antes (del tipo de Series Yonkis, por ejemplo, aunque esto último abunda más y cualquiera puede hacerlo) o programas p2p (me remito al último juicio contra Pablo Soto donde ha salido airoso frente al ataque de grandes compañías y Promusicae). Ha llegado un momento en el que internet se ha hecho tan amplio y diverso, que han surgido mil y una formas para acceder a contenidos de todo tipo a través de ella, y el intentar limitar esto, como ha quedado demostrado más de una vez, es intentar ponerle puertas al campo. Los únicos que consiguen hacerlo, y aún así con dificultades, son las dictaduras como la china, pero en sistemas "democráticos" no es tan fácil, y no sólo por la presión que pueda ejercer la ciudadanía donde cada vez más tienen acceso a internet (aunque todavía no todos los que deberían...), sino también porque parte importante de la economía se mueve ya a través de internet. Querer sacar adelante leyes que beneficien claramente sólo a unos lobbies frente a todo lo demás, además de suicida, es estúpido.
En España el anterior gobierno del PSOE ideó la ley Sinde frente a la cantidad cada vez mayor de juicios contra páginas de enlaces que fallaban siempre a favor de éstas y en contra de los intereses de los lobbies como SGAE, Promusicae & cía. Ahora el PP ha sacado adelante definitivamente esta ley, conocida ahora como ley Sinde-Wert, aunque aún no está en funcionamiento y hay serias dudas de que realmente sirva para lo que dice servir...pues enlazar es un acto tremendamente simple que está al alcance de cualquiera, y dicha ley, prácticamente, sólo tendrá efecto dentro de España. Sin embargo, contra la libertad de expresión sí supone un peligro en cuanto plantea el cierre preventivo sin tener que pasar por juicio para ello con la excusa de la propiedad intelectual. Básicamente van por ahí los tiros, pero quien tenga más interés sobre como funciona de manera más extendida dicha ley, hay numerosa información tanto por google, wikipedia, o en las webs de, por ejemplo, la Asociación de Internautas o las opiniones de entendidos en el tema como el abogado David Bravo, Enrique Dans y muchos otros...
En EEUU idearon la ley SOPA y la PIPA, que básicamente va por el mismo camino que la ley Sinde-Wert, pero más directa todavía y de una forma mucho más brutal, prácticamente es censura de la manera más descarada posible: sin intervención de ningún juez, se busca secuestrar el dominio que tenga el supuesto contenido protegido con derechos de autor, y cortar cualquier enlace con el mismo, SILENCIARLO y HACERLO DESAPARECER de una sola vez, y tras esto, es cuando ya el afectado puede intentar defenderse. Tal como diría David Bravo en referencia a la ley Sinde ,quitar al árbitro (juez) de enmedio y que el ejecutivo sea quien ejecute la acción. Algo así es potencialmente peligroso tanto para derechos fundamentales como la libertad de expresión, como para la economía de empresas que funcionen por internet, como incluso para la difusión de proyectos que necesiten de vías de comunicación tales como el p2p, páginas de descargas y más medios de intercambio como por ejemplo lo es el desarrollo del software libre y otros.
Ante lo próximo de la votación y que pudiera salir adelante, hace apenas unos días numerosas páginas se sumaron a un "apagón" y una jornada de protesta contra la ley SOPA. Pero esta vez fue distinta a otras veces: no sólo se sumaron blogueros y páginas de intercambio, algunos medios de comunicación y otros más que impresionaban más antes por el número y lo espontáneo y llamativo de la acción...sino que esta vez también se sumaron grandes de internet a la protesta, ya fuera tanto empresas como Google como páginas a las que la inmensa mayoría accede con frecuencia como Wikipedia. Esta acción hizo que numerosos senadores retiraran su apoyo a la SOPA, junto con un gran éxito de recogidas de firmas en contra de dicha ley.
Tras ello, al día siguiente el FBI detuvo de repente a los responsables de Megaupload y cerraron todas sus webs. Aquí sólo debo decir que, tanto si son inocentes como culpables quienes llevaban dicha web, la detención y censura de su web no ha sido casualidad: su detención ha sido más propagandística que otra cosa, pero si pretendían cambiar las tornas en poco tiempo con algo así, no lo han conseguido, pues al final, la SOPA por ahora ha caído, siendo retirada por su principal impulsor hasta "encontrar un mayor concenso en qué debería ser la solución". Sin embargo, el cierre preventivo a Megaupload, así tal cual sin pasar por un juicio antes, debe ser calificado como CENSURA, donde los principales dañados no han sido los que llevaban el sitio, sino los clientes de dicho servicio, especialmente los que se dejaron un dinero a través de cuentas Premium. FACUA ya ha advertido de que los clientes de Megaupload están en su derecho de reclamar, y nadie (especialmente los afectados que pagaron por los servicios de dicha página) debería callarse ante un atropello así, además de instar al gobierno a reclamar a EEUU por esto mismo que acabo de comentar.
Aún así no debemos bajar la guardia y con esto concluyo: está claro que aunque a corto plazo el ataque a Megaupload no ha logrado relanzar la SOPA, a largo plazo puede ser usado como arma para trabajar en nuevas maneras de atacar el intercambio de archivos en la red. No podemos limitarnos a acomodarnos a una sóla página o unos sitios muy concretos donde almacenar contenidos para difundirlos, y menos si dichas páginas pueden acabar teniendo pocas garantías para que luego recuperemos dichos archivos como se ha demostrado que ha pasado con Megaupload. Internet ofrece muchas posibilidades, no lo olvidemos. Por tanto, no nos limitemos: exploremos nuevas alternativas y formas de intercambiar conocimientos, nuevos caminos, y mantengámonos en guardia frente a futuros ataques de estados y grandes compañías contra las libertades que este medio nos ofrece.
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Buena exposición, aunque con la conclusión sería suficiente.
ResponderEliminarUna anónima.. jeje