Con la minería asturiana pasa algo grave, pero mucho más de lo que nos quieren plantear por un lado la derecha mediática y por otro los sindicatos y partidos que salen "en defensa" de la minería.
Mientras la derecha mediática basa sus argumentos principalmente en cifras, prejubilaciones generosas de antaño y el poco o nulo beneficio que aporta la minería del carbón según ellos, los sindicatos basan su defensa de la minería en que sin las subvenciones de las que ha recortado tan drásticamente el gobierno, se perderán los empleos de los mineros y peligrará incluso la existencia misma de comarcas enteras que dependen de la minería.
Pero aquí hay más. Este conflicto es casi exclusivo de los mineros, aunque incluso sindicatos alternativos e incluso sindicatos y partidos extranjeros hayan dado su apoyo a la causa, esto no es un simple conflicto por mantener unos puestos de trabajo o unos salarios...
Las mismas subvenciones que se suponía iban destinadas a ayudar a la industrialización y reconversión de las regiones mineras, en su inmensa mayoría no han ido destinadas a lo que debía ni han sido gestionadas para que aporte de verdad un cambio para bien en esas zonas, y ahí han estado implicados tanto partidos como sindicatos, con sus respectivas redes clientelares. Con lo cual, es cierto, no ha salido rentable, pero no ha sido culpa directa de los mineros como algunos medios pretenden hacernos ver, sino de (como en muchísimas otras ocasiones) los gestores. Y sobre el tema de las prejubilaciones...mejor contrastemos la información y no nos creamos todo lo que nos repiten sin parar desde los medios claramente conservadores.
Esto aumenta más cuando estamos en un contexto de "crisis"/estafa a nivel mundial acompañado de recortes a diestro y siniestro. El PP ya sabría de antemano a lo que se iba a enfrentar, incluso si iba a tener problemas con miembros de su propio partido, le daba igual. Y han aprovechado la cobertura que les ha dado el mundial y la resaca del mismo, además del control mediático que ahora poseen, para eclipsar el recrudecimiento del conflicto, donde hasta la misma policía HA TOMADO pueblos, enfrentándose directamente con los mineros y, si hacía falta, incluso con los vecinos de dichos pueblos.
Un servidor no es partidario de la minería del carbón, sobretodo por contaminante, pero lo que no es de recibo es que se busque defender recortes tan brutales como esos con la excusa de que "no sale rentable", basándose sólo en cifras y no yendo para nada, directamente, contra los responsables del despilfarro que se ha hecho de dichas subvenciones no usándolas en lo que correspondía. Usar dinero que debería servir para algo útil en esas regiones, en "cursos", obras y demás chanchullos que no aportan realmente nada, debería ser considerado delito. Pero cuando hablamos de chanchullos y despilfarros varios, los políticos y organizaciones institucionalizadas afines (como los sindicatos UGT y CCOO) son expertos en quedarse en poco más que simples sermones para aparentar y luego, a la hora de la verdad, pasarse la mano.
Los mineros puede que tengan su parte de responsabilidad en esto, sí, pero nosotros, el resto del país, también tenemos la nuestra por todo lo que nos está cayendo y no habernos movido en su momento para pararlo; pero lamentarse o cargarles de culpa por lo que les pase (o a nosotros por lo nuestro) ni es solución, ni es excusa; y como se suele decir: más vale tarde que nunca.
Aún así, en la que le ha caído a los mineros y las comarcas que dependen de la minería, los principales responsables no son de un solo color, son de varios. PP, PSOE, UGT, CCOO, FORO, IU...
Sin embargo, una conclusión para bien sí se puede sacar del conflicto minero: que cuando hay unidad y determinación para una acción reivindicativa (en su caso, una huelga general indefinida), se puede luchar contra el poder.
Pero esto último también tiene sus riesgos: cuando se trata de un sector solamente, no hay un éxito asegurado PARA NADA, y menos en un contexto como dije, de "crisis"/estafa acompañado de recortes. El enemigo es demasiado grande, y separados no conseguiremos nada. Los mineros tienen su lucha, y la mayoría tiene hoy sus propias razones de sobra para salir a la calle, ¿por qué no lo hacemos? y ya que estamos, ¿dónde están UGT y CCOO a nivel nacional, que no convocan AHORA una huelga general en condiciones? mientras la mayoría del resto de sindicatos están por la labor, ¿qué les pasa a los dos grandes? ¿por qué no reaccionan?
La respuesta es sencilla, y he apuntado a ello en más de una ocasión: institucionalización y jerarquía. Si las bases no se mueven y demuestran su fuerza (como hacen, en su caso, los mineros a la hora de movilizarse cuando quieren), las organizaciones no harán frente al poder, antes "dialogarán" y negociarán con el poder de turno.
La respuesta no está en dirigentes, ni en políticos ni en ningún iluminado de ningún tipo que hable de que le sigamos, está en nosotros mismos. No hay que seguir a nadie, sino caminar juntos (pero no revueltos, por supuesto).
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